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Hoy hablamos con Roberto Carretero, aka Gobi, un artista del diseño gráfico (entre otros formatos) con mucha imaginación, y con un proceso de trabajo muy interesante.  

Fotografía realizada por el fotógrafo Javier Carrión.

 

Mi nombre es Roberto Carretero Casero, y soy manchego. Tengo 38 años y siempre me han atraído las artes plásticas. Soy fan de los dibujos animados, y de la buena publicidad. Me gusta pensar en dibujo animado. Estudié Autoedición en la Escuela de Artes de Tomelloso y más tarde Ilustración, repartiendo estos estudios entre las escuelas de artes de Alicante, L´Hospitalet de Llobregat y la de Toledo.

Me gusta la versatilidad, la ilustración y el graffiti. Mi trabajo como ilustrador es principalmente figurativo, suele ser fruto de un caos ordenado donde la mancha, el collage, la mezcla de técnicas y los trazos rotos predominan. El espacio deshabitado y el soporte reutilizado son mis escenarios de trabajo favoritos.

 

¿Cuándo y por qué comienzas a trabajar con el diseño gráfico?

Desde pequeño me ha interesado el mundo gráfico, siempre me han encantado los libros, los cómics y las revistas. Me gusta mucho la gente, y el poder comunicarme con ella.

Empecé con el diseño gráfico como herramienta de comunicación, intentando buscar esas teclas que hiciesen de una imagen algo atractivo para el espectador, buscar su atención, y hacerlo la manera más eficaz.

Mi primer trabajo como diseñador fue a los 16 años, en un estudio de arquitectura diseñando promociones, catálogos, logotipos, y todo lo relacionado con la comunicación gráfica del estudio.

 

¿Cómo es tu proceso de trabajo a la hora de abordar un diseño?

Me vuelvo un poco loco la verdad, cada vez que llega un nuevo encargo tengo la sensación de que no se nada. Me entra el pánico y un hambre voraz de documentarme y la necesidad de afrontar el reto aprendiendo alguna técnica o estilo nuevo para mí, lo cual me suele crear bastante estrés.

Imagínate tener que renovarte por completo en cada proyecto. No es nada atractivo, pero hay veces que merece la pena y esas nuevas técnicas se quedan contigo.

 

Tus diseños son muy demandados, cuéntanos algún proyecto que te haya gustado especialmente.

Me suele gustar mucho hacer carteles o portadas porque te centras en una sola imagen, no me gusta repetir, la repetición me aburre.

Me gustan los cómic, por ejemplo. Pero trabajar en cómic, historias o animación no me atrae por la cantidad de veces que hay que repetir recursos, dibujos y personajes. Cuando he de repetir varias veces lo mismo pierdo el interés.

Me pasa lo mismo con los trabajos para empresas, suelo estar como máximo 5 o 6 años y después, tengo que cambiar porque ya no me llama tanto la atención, pierdo esa sensación de novedad, pienso que ya he dado lo mejor de mí en dicha empresa trabajando con sus productos e imagen, y he de cambiar.

 

Sobre proyectos que me hayan gustado especialmente: los carteles para Tomellosaurus, la maquetación del Libro blanco de la Cultura en Tomelloso, portadas de discos, o los diseños para Panaderos Artesanos J. Sánchez. El tema de mezclar diseño y música me suele gustar especialmente.

 

Me gusta mucho reutilizar, escanear texturas, el collage, el minimalismo, y dejar aire en las composiciones.

¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?

Actualmente estoy trabajando en algunos murales para negocios, preparando un par de exposiciones, diseñando un cartel, diseñando e ilustrando un libro, y preparando las ilustraciones para otro.

 

¿Qué consejo le darías a un estudiante de diseño gráfico?

Que tengas los ojos abiertos, que leas, que acudas a charlas, visites museos, prestes atención a los libros, no solo al contenido sino a su diseño y composición.

Pregúntate el porqué de las cosas, cómo están hechas, por quién están hechas, donde se hacen, cómo se transportan, cuáles son sus usos finales…

No te ates, viaja, no dejes cosas para luego, anota de todo en tu libreta.

Pregunta, no temas a las críticas, juega, atrévete, no te estanques, pasa de estilos y siéntete libre de beber de tantas fuentes como te dé la gana.

Y que nadie muere si hay veces en las que hacemos un mal diseño, esa es una de las cosas buenas de jugar con la imagen, es un juego que a veces sale bien y otras no tan bien; pero no hay vidas en juego, no repartimos ayuda humanitaria, ni operamos a corazón abierto. Así que, la tensiones que muchas veces se crean en el mundo del diseño o publicidad hay que relativizarlas, y ser felices.

Si quieres conocer más trabajos de este diseñador tan interesante, te dejamos su página web: https://holagobi.com/

 

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