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La decoración de interiores, una profesión con historia
- 10/04/2021
- Publicado por: Shelia
- Categoría: Blog Decoración Diseño Interiorismo
Desde el inicio de las civilizaciones como tal, es decir, desde que se dejó de vivir en espacios abiertos y se optó por lugares cerrados, primero en cuevas, y posteriormente entre paredes (sean de obra o madera), se creó el concepto de vivienda. Con esto, llegó el hacer del lugar un sitio más cómodo y agradable. La decoración siempre está presente, desde las casas más humildes de un pueblo, hasta en las mansiones más lujosas.
Si echamos la vista atrás a la historia, nos damos cuenta de que en diferentes lugares del mundo, pese a situaciones de enfermedades, guerras o crisis de diversa índole, nunca se ha dejado aparte el cuidado de los espacios interiores.
La decoración en las civilizaciones antiguas
Ya, desde las civilizaciones antiguas, y sobre todo aquellas que marcaron un impacto en la historia (Grecia, Roma, Egipto, etc.) apostaron por dar a sus viviendas un estilo definido introduciendo murales, muebles diseñados y obras de arte de todo tipo (estatuas, jarrones, etc.) para decorar sus interiores. Quizás, por cercanía de estas civilizaciones, la que más nos ha dejado su impronta en nuestra sociedad es la romana.
Todos hemos podido ver en museos de historia, algunos de los trabajos que se realizaron para decorar los interiores de las Domus romanas como mosaicos de gran calidad y perfección (antes de que los romanos los incorporaran a sus casas, ya los utilizaban en Grecia). Así como hemos podido admirar diversos murales con coloridos vistosos, que a la vez que decoraban las paredes tenían la intención de elevar de posición al dueño de la casa, y hacer referencia a la profesión del paterfamilias (la sociedad romana se constituía a través de un patriarcado, donde el hombre de la familia asumía el control de la casa, los negocios y los demás miembros de la familia se encontraban bajo su tutela y protección), o de recrear escenas de fiestas o de momentos de ocio (cacerías, banquetes, etc.); así como también se utilizaban para rendir culto a los dioses protectores de la familia.
Los mármoles también constituían una base de la decoración utilizada por los romanos tanto usados como zócalos en sus paredes, como para realizar escaleras, fuentes, estatuas y diverso mobiliario. Lamentablemente, poco nos ha podido llegar a nuestros días de la diversidad de vajillas, jarrones, cortinajes o muebles de época romana. Pero, las piezas que se conservan nos dan una idea aproximada de como cuidó esta civilización el aspecto de sus casas, y de los objetos que contenían, dándonos una visión del concepto de decoración de interiores, antes de que se conociera la expresión.
La decoración en la edad media
Posteriormente, si nos fijamos en épocas como la Edad Media, pese a ser una de las épocas más oscuras, se mantienen los conceptos de arreglar los hogares para darles una mejor funcionalidad. Debido a que en esta época por diversas circunstancias, la población se trasladaba bastante, los muebles solían mantener un toque más funcional que estético. Normalmente, la parte decorativa se realizaba con cortinas y tapices. Estos últimos, se consideran uno de los objetos más antiguos que puede definirse en la categoría de mueble decorativo, ya que cumplían una doble función, por un lado, decoraban la habitación y, además, permitían un mayor aislamiento térmico al cubrir las paredes, evitando que se extendiera el frío. Siguiendo con la tradición de civilizaciones anteriores, recreaban escenas de la vida cotidiana, pero también los encontramos inmortalizando momentos solemnes como conmemorar la victoria en una batalla o luciendo escenas religiosas. Se utilizaban pieles de animales, tejidos de lana o estambre para revestir los asientos y las camas que eran de madera. Encontramos en esta época un tipo de muebles dirigido a cubrir los aspectos básicos de la vida diaria (comer y dormir) con un diseño simple y un acabado rústico.
El concepto de interiorismo nace en la Edad Moderna
Pero, sobre todo, es en la Edad Moderna cuando resurge ampliamente el concepto del interiorismo a través de estilos como el Rococó, que desde su nacimiento en Francia se extiende por toda Europa. Los colores característicos son suaves combinados con el dorado. Las telas como seda y terciopelo, para cortinas ó revestir paredes. El cristal en espejos, el bronce para los forjados en candelabros. Pinturas en marcos dorados, mobiliario recargado, porcelana y vajilla con diversos dibujos que recrean escenas cotidianas, con motivos florales o con alusiones a la mitología forman parte de la decoración de la época. Quizás uno de los mejores exponentes de este tipo de decoración lo podemos encontrar en el Palacio de Versalles (Paris).
La Edad Contemporánea: diseño y confortabilidad
En la Edad Contemporánea, podemos ver que la tendencia de dar una mayor confortabilidad a nuestras residencias, sigue siendo una máxima para personas de todas las escalas sociales. Esto ha permitido un desarrollo general de ideas, conceptos y materiales que impactan en la manera en que vivimos en nuestros hogares. Pero creo que este apartado merece una mayor reflexión y lo voy a dejar para un próximo post.
En definitiva, la decoración de interiores (diseño de interiores) se ha convertido en una parte básica de todas las sociedades y todas las épocas, permitiendo crear espacios adecuados para el bienestar de las personas, tanto físicos, como emocionales. Los colores agradables, una distribución apropiada, muebles cómodos y funcionales nos permiten disponer de un espacio para estar a gusto con nuestras familias y amigos. Lo que se traduce en una sensación más positiva de nuestra vida diaria.