¿Cuál dirías que es el trabajo de un interiorista? ¿Es un decorador y un interiorista el mismo profesional? En los primeros segundos tras escuchar estas preguntas sería fácil ofrecer una respuesta. Aunque has de saber, que lo que has pensado no es cierto, o, al menos, no del todo.

¿Quieres saber por qué?

Cuando pensamos en el interiorismo, es muy común pensar que la función de un diseñador de interiores está enfocada en la belleza, los colores, las texturas, en definitiva, lo efímero. En pocas palabras, es muy común pensar que un interiorista vale de la elección de unos cojines que combinen con las cortinas. En definitiva, la estética, ¿no es así?

Sin embargo, es una falsa creencia.

Hay una forma sencilla de explicarlo. Imaginemos una vivienda. Si le diéramos la vuelta, todo lo que se sigue manteniendo en pie, los tabiques, revestimientos, pavimentos, todo lo que no cae, es interiorismo. Lo demás, decoración.

Así es, el diseñador de interiores tiene como encargo el diseño de toda la arquitectura interior de un edificio, y las partes que la forman son las siguientes:

• Tabiques y huecos, entiendo como huecos, ventanas y puertas de nuestra vivienda
• Instalaciones. En un diseño de un interiorista ha de estar presente el diseño de las instalaciones de electricidad, fontanería, aislamientos, etc, para poder entender mejor el proyecto
• Mobiliario fijo, es decir, todo aquel que no podemos mover sin destruir. Se tratan de la distribución de una cocina, baños, armarios empotrados, etc
• Acabados. En esta parte entran los pavimentos, revestimientos y los techos
• Exteriores. Aunque no lo parezca, a menudo los interioristas deben tener en cuenta un diálogo entre el interior y el exterior, por lo que también están capacitados para el diseño de terrazas, patios, jardines, piscinas, etc
• Restauración. Esta parte del interiorismo se enfoca en la rehabilitación y conservación de edificios emblemáticos, el tratamiento de  humedades y otras patologías existentes en un edificio, etc
• Y por último, iluminación. Hay un gran mundo detrás de una bombilla. Se basa en el estudio de la ambientación que se desea conseguir en un diseño, y cómo se puede conseguir a través de la forma en que se iluminan los espacios

Puedes llamarlo interiorista, diseñador de interiores, o arquitecto de interiores. Todos ellos son válidos.

Ahora bien, ¿abarca un interiorista lo mismo que un arquitecto?

Esta pregunta sí que es más intuitiva: no. El interiorista está limitado, no tiene la capacidad de construir un edificio, o modificar elementos estructurales ya existentes. Los diseñadores tienen formación técnica sobre los elementos de un edificio, enfocada a la específica de arquitectura de interiores, y tienen en común con los arquitectos (o arquitectos técnicos) las normativas y leyes vigentes.

Por último, vamos a definir bien el concepto de la decoración. Engloba el mobiliario, la decoración, el estilismo, etc. Es decir, si volvemos al símil del principio, son los elementos que se caerían si diéramos la vuelta a nuestra vivienda.

Por este motivo es fácil distinguir a ambos profesionales. Los diseñadores también pueden encargarse de amueblar y decorar una vivienda, es de hecho lo habitual, y también la parte que más se ve.

En definitiva, un interiorista proyecta espacios teniendo en cuenta una visión integral y su funcionalidad, no sólo se basa en la estética.

¿Conocías la diferencia entre interiorismo, arquitectura y decoración?