Blog

Hablamos con Cristina Marín Blanco, Directora de la Fundación Cadisla, una entidad que entre otras cosas, desarrolla un interesante trabajo de diseño y restauración de mobiliario.

La Fundación es una entidad sin ánimo de lucro, constituida por dos entidades Patronales: AFAS (Discapacidad Intelectual) y Asociación “Puertas Abiertas” (Trastorno mental grave y crónico). El fin último de su constitución es promover la inserción laboral y empoderamiento de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, y de personas con trastorno mental grave y crónico (por ejemplo: Esquizofrenia, Trastorno obsesivo compulsivo, Trastorno Bipolar, etc.). Para promover la inserción laboral nos valemos de programas y servicios, así como de un Centro Especial de Empleo.

¿Por qué la elección del diseño y restauración de mobiliario?

Debido a la cantidad de mobiliario que se ha desechado desde la aparición de la pandemia por COVID-19, hemos detectado que hay muchísimo inerte con posibilidades de una segunda vida. Nosotros trabajamos para conseguir un diseño atractivo, y que estos puedan reutilizarse en otros muchos espacios y entre diferentes sectores de la población.

Fundación Cadisla apuesta por las personas con capacidades diferentes, ¿qué nos aportan en este oficio?

Todas las personas que desarrollan un oficio por devoción, aportan tanto al oficio como al futuro cliente. Mediante la formación cualificada se desarrollan capacidades y competencias que permiten dar al producto un diseño y una calidad estupenda. Esa es la valía profesional a la que siempre nos referimos en Fundación Cadisla. Al fin y al cabo, aportan lo que cualquier otra persona sin discapacidad.

Tienda “Reciclarte” de Fundación Cadisla
Tienda “Reciclarte” de Fundación Cadisla

¿Cómo es vuestro proceso de trabajo a la hora de abordar un diseño o proyecto?

La mayoría del mobiliario lo encontramos en las calles, en el punto limpio, o directamente, la gente nos llama para donarlo (bien para recogerlos, o que nos lo traen al centro).

+ Noticias   Entrevista con Hugo De La Riva, un talentoso director y realizador audiovisual

Hay otras personas que no saben qué hacer con muebles antiguos que han heredado, y que lo único que comprenden es que no quieren desprenderse de ellos, aunque haya que darles una “vuelta” para que casen con su mobiliario. Una vez que el mueble está en el recurso, se valora el estado, para determinar si es posible recuperarlo, o directamente desmembrarlo para reutilizar las piezas en otro elemento mueble. Tras esta decisión, se decide qué hacer con el mueble, qué colores, qué otros elementos podemos incorporar para sustituir a los anteriores y darle un nuevo aire… El último paso, y para nosotros, el más sencillo, es llevar a la práctica el diseño del nuevo elemento mueble.

Vuestros trabajos están siendo muy valorados a nivel estético y también funcional, cuéntanos sobre esto.

Son muebles, al fin y al cabo, algo muy funcional en sí. Si además le das un toque un poco chic con los colores, o una nueva utilidad (por ejemplo, reutilizar un cabecero como respaldo de una banca con un cajón como asiento), con medidas acorde a las necesidades del cliente, y acompañado de un precio asequible, el cliente lo valora.

¿En qué proyecto/s estáis trabajando actualmente?

En packaging de telas. Estamos con un proyecto de reciclaje de telas: se tapizan elementos muebles, se elaboran todo tipo de estuches, envoltorios para botellas de vino o sandwicheras, envoltorios y adornos para envoltorios de regalo…

¿Qué consejo le darías a un estudiante de diseño y restauración de mobiliario?

Que mire a su alrededor y comprenda su entorno: que haga lo que le dicte su corazón.

No desperdicies oportunidades y entiéndete con todo el mundo (todos aportan).

 Todo tiene una segunda vida, y la primera ha costado muchas materias primas de por medio.

Diseña aquello que viste por primera vez y te dio un vuelco al corazón.

Crea el producto que siempre él ha necesitado… Y aunque todo esto parece un poco nostálgico, épico y utópico, es el idioma que nosotros estamos hablando. Cuando hablas de corazón no necesitas convencer al cliente.