Hablamos con Carlos González Tardón, una de las figuras más representativas del panorama nacional en investigación sobre videojuegos y educación. Es Doctor en Psicología, Ocio y Desarrollo Humano por el Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto, y Licenciado en Psicología por la Universidad de Barcelona. Es profesor universitario y ha desarrollado diversos proyectos teóricos y prácticos muy innovadores sobre este tema.

¿De dónde viene tu interés por los videojuegos y la educación? Cuéntanos los orígenes de tu investigación.

Mi interés por los videojuegos y la educación comienza con una aplicación práctica que hice en una escuela de deporte adaptado en la que trabajaba, y ahí me di cuenta del potencial que tenía este ámbito en la universidad.

También observé el potencial de los videojuegos no educativos, de los puramente lúdicos, para el aprendizaje de historia, matemáticas… Había un conocimiento soterrado en ellos que a veces, se nos olvidaba. Entonces pensé que podía ser una buena opción ver cuáles eran sus posibilidades, y no solo eso, sino también, si podíamos transferir todos esos conocimientos a la industria y a la población.

¿Qué beneficios puede aportar el videojuego en la educación?

El impacto de los videojuegos en la educación es muy importante, ya solamente si nos fijamos en el mismo concepto de cómo se diseña el videojuego en comparación a la forma en la que se diseñaba la educación antiguamente.

Los videojuegos son users céntricos, es decir, que el usuario está en el centro de la experiencia y generamos una experiencia para el disfrute del mismo, mientras que la educación solo se quedaba en el contenido. La hibridación entre videojuegos y educación lleva a que sin dejar de lado los contenidos sea una experiencia más satisfactoria para nuestro alumnado. Este hecho ha cambiado de una manera drástica el concepto de educación.

Como decía, eso no quiere decir que dejemos de lado los contenidos, si no que tenemos que pensar que estamos ante una generación que va a tener que estar educándose y formándose toda la vida, y por lo tanto, no es solo el contenido que le estamos dando ahora si no las ganas de aprender y el placer de aprender el resto de su vida.

¿En qué proyectos en relación al videojuego estas sumergido actualmente?

En la actualidad estoy trabajando en varios proyectos de videojuegos: de entretenimiento, de juegos de estrategia, de exploración y de plataformas vinculadas a una película que va a estrenarse el año que viene.

También estoy trabajando en un videojuego en el cual a través de la realidad virtual en Play Station 5, entrenamos a niños con TDH para mejorar sus capacidades cognitivas. Colaboro para ello con Gamera Nest y con el Hospital Universitario Puerta de Hierro para crear este videojuego y también, para hacer su investigación con niños con déficit de atención e hiperactividad.

¿Cómo ves la evolución actual del mundo de los videojuegos?

La evolución actual del mundo de los videojuegos es muy variada, ya no podemos hablar del videojuego, hablamos de tipologías de videojuegos, líneas de trabajo… El videojuego ya no es solo lúdico, también los hay con planteamientos serios.

También hay que tener en cuenta la gamificación, la llegada de la realidad virtual, la realidad mixta, los juegos para móviles… Realmente ahora mismo el videojuego es un bien de interés cultural expandido en casi todas las pantallas, y encima ha salido de las pantallas al mundo real.

Entonces pienso que la evolución precisa es imposible de saberlo, lo que sí que está claro es que el videojuego lleva más de 50 años impactando en la población, es muy importante, y va a tener mucha relevancia también en todo lo que tiene que ver con el desarrollo y puesta en práctica de nuevas tecnologías.

Como especialista, ¿qué consejo le darías a los estudiantes de diseño de videojuegos desde el punto de vista de la educación?

El consejo básico para las personas que les interese el diseño de videojuegos y que puede tener que ver con la educación, fundamentalmente, es que el acto de jugar es una actividad de aprendizaje, o sea, jugar es una metodología de aprendizaje que utilizan todos los animales superiores que se adaptan al entorno a partir de la experiencia. Juegan, y por lo tanto, cuando estamos diseñando un videojuego estamos enseñando a nuestro usuario un montón de cosas.

Hay muchas capas de aprendizaje, desde cómo son los controles a cuáles son los valores, qué es lo que puedo hacer y lo que no, que le estamos reforzando y que no… Entonces todo lo que se pueda aprender respecto a la educación es muy positivo para cualquier persona que sea diseñador.

De hecho, uno de los consejos que siempre doy a mis alumnos de diseño de videojuegos es que si pueden trabajar con niños en actividades lúdicas, va ser uno de los mayores aprendizajes que tengan para poder luego diseñar videojuegos para todo el mundo, sobre todo, porque son los más exigentes y los más preparados para aprender a través del juego. Por ello, es muy fácil ver el impacto de las propuestas que les estamos haciendo.