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El COVID-19 ha traído cambios en muchos ámbitos y creo que sería adecuado decir que ya nada volverá a ser como antes para nadie. Uno de los sectores que vio disminuida su actividad durante el pasado año 2020 fue el de la construcción. En los últimos meses, algunos de los proyectos que se estaban realizando ó que iban a iniciarse y que se paralizaron por la situación existente, se han activado creando nuevas opciones profesionales. Los expertos auguran una subida exponencial para los próximos años, que permitirá la recuperación de muchas de las empresas vinculadas a este sector. Las circunstancias económicas que vivimos actualmente, junto con las nuevas tendencias que se han puesto de manifiesto durante la pandemia, están revolucionando el sector y llevándolo a una industria más rentable, eficiente y sostenible.

Fuente: Guallart Architects

Casas prefabricadas

Dentro de los nuevos sistemas de construcción que están ganando auge, encontramos las casas prefabricadas. Se tarda menos tiempo en construirlas (entre tres y nueve meses), y tienen un valor por metro cuadrado inferior a los mil euros, lo que las convierte en una opción más rápida y económica para aquellas personas que han necesitado escapar de las grandes ciudades a los pueblos, buscando una mayor calidad de vida.

Eficiencia energética

Como hemos comentado en otros artículos de este blog, una tendencia que se está implantando cada vez más en las nuevas edificaciones y que se está convirtiendo en un aspecto muy importante es la sostenibilidad y en concreto, la eficiencia energética. Los nuevos proyectos que muchos estudios de arquitectura e ingeniería están presentado a diferentes concursos, tienen que mirar directamente hacia este campo promoviendo nuevas técnicas de aprovechamiento energético y valorando la inclusión de nuevos materiales.

Fuente: Guallart Architects

La ciudad autosuficiente

Nos ha llamado la atención el proyecto del arquitecto español Vicente Guallart que ha ganado el concurso internacional titulado “Concurso de Diseño de Arquitectura Xiong´an con Características Chinas bajo el Principio de Desarrollo de Alta Calidad” de Xiong’an (cerca de Beijing), con la presentación de un proyecto de viviendas autosuficientes donde se puede vivir y trabajar. Al concurso, que busca establecer los estándares para los edificios de esta nueva ciudad, se presentaron más de 300 proyectos desarrollados por estudios de arquitectura de todo el mundo, organizados en seis categorías, intentado que todas las propuestas siguieran una pauta de altos criterios ecológicos y buscando unir el urbanismo chino con el europeo.

Guallart, buscando un nuevo concepto de sostenibilidad y autosuficiencia, nos sorprende con edificios de estructuras de madera y comunidades basadas en la economía circular (donde los productos y recursos se reutilizan para extraer su máximo valor). Las viviendas, que han sido constituidas en un modelo urbano de cuatro manzanas, contarán con espacios para teletrabajo y estarán conectadas mediante redes 5G, lo que propiciara disponer de redes sociales de barrio para promover el intercambio de recursos. Han sido diseñadas con amplias terrazas orientadas al sur (buscando una regulación térmica natural) y que, además facilitan espacios abiertos donde realizar pequeñas actividades deportivas y donde descansar al aire libre sintiendo el calor del sol.  Pero estos edificios no carecerán de nada, porque el proyecto incluye mediante la industria digital, la ubicación de impresoras 3D en las plantas bajas para producir objetos de uso diario e invernaderos en la última planta que permitirán producir alimentos y medicinas para consumo diario, y que facilitarán producir energía utilizando sus tejados de cubiertas inclinadas. Se calcula que estos edificios consumirán un 80% menos de energía y verán reducidas sus emisiones al 30%. Algo parecido sucede con la basura, que permitirá tras un cuidado proceso de recogida, separación y recalificación, la reutilización de los residuos reciclados en la propia ciudad.

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Diseñadas para distintos tipos de familias (se proponen varios modelos), para una persona, para una familia con un niño; para una familia con dos niños; o incluso con niños y personas mayores, todas las viviendas estarán distribuidas alrededor de una zona central al aire libre (una por cada cuatro manzanas), utilizable para la socialización de los vecinos y la interacción con el entorno.  Los servicios comunitarios se distribuyen en esta área abierta y se prevé la construcción de supermercados autoabastecidos, oficinas, piscinas, parque de bomberos, tiendas, laboratorios, centro médico, residencias para gente joven y mayores, administraciones gubernamentales y guarderías, entre otras opciones.

El proyecto parece querer implantar una nueva base para los edificios de viviendas tras la era Covid que pueda ser aplicable a ciudades de todo el mundo, para que en épocas de crisis (sanitarias, alimentarias, energéticas o conflictos bélicos) se pueda dar respuesta adecuada a diversos grados de confinamiento.

Fuente: Guallart Architects

Vicente Guallart

Vicente Guallart   es un arquitecto español nacido en Valencia en 1963. Formado en las universidades de Valencia y Barcelona, ha sido en esta última ciudad donde se ha establecido profesionalmente y donde abrió su despacho en 1992. Destaca principalmente por sus planteamientos ecologistas y de autosuficiencia, en los que compagina naturaleza y tecnología. Fue el primer director del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña con sede en Barcelona, participó en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2008 y ha sido arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona entre los años 2011 y 2015.

Guallart comenta así la idea que dio inicio al proyecto:

“Desarrollamos este proyecto durante el confinamiento, cuando todo el equipo trabajaba desde sus casas y decidimos incluir todos aquellos aspectos que podrían hacer nuestra vida mejor, de forma que se pudiera definir un nuevo estándar a aplicar en China, en España o en cualquier país del mundo. Por tanto, son edificios que se enfrentan a la crisis por la vida y por el clima al mismo tiempo” -y añadió- “No podemos seguir diseñando ciudades y edificios como si nada hubiera pasado. En los últimos tiempos están ocurriendo fenómenos de escala mundial que nos obligan a repensarlo todo. Nuestras propuestas nacen de la necesidad de aportar soluciones a las diversas crisis que está viviendo nuestro planeta”.

Un libro

Una cosa curiosa que ha llamado nuestra atención es que el 26 de marzo de 2012, la editorial RBA Libros público un libro escrito por Vicente Guallart cuyo título es el mismo que ha dado nombre a su proyecto actual, “LA CIUDAD AUTOSUFICIENTE. Este libro, nos desvela a un Guallart visionario, donde con muchos años de antelación exponía lo que ahora se puede convertir en realidad al haber sido el ganador del concurso. Os incluyo la sinopsis de la reseña del libro (que podréis encontrar en Amazon, La casa del libro, etc.):  

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Internet ha cambiado nuestras vidas, pero todavía no ha cambiado nuestras ciudades. Toda revolución tecnológica lleva emparejadas transformaciones radicales en las formas de vida. Si la era del automóvil y el petróleo conformó las ciudades del siglo XX, la sociedad de la información configurará las del siglo XXI. Es una evolución imparable que, sin embargo, hay que saber conducir con criterio. Se trata de aprovechar las experiencias urbanas acumuladas durante siglos por los humanos y tener presente que el crecimiento no puede ser ilimitado y que los recursos energéticos que ofrece nuestro planeta tienen fecha de caducidad. Vicente Guallart expone este fascinante proceso en un libro cargado de ideas, datos y propuestas. En calidad de observador, de pensador y de pionero de la arquitectura del futuro, Guallart propone la regeneración de las ciudades (de la vivienda a la metrópolis) para impulsar una nueva economía de la innovación urbana. Un camino con destino a la autosuficiencia local en materia de recursos y a la conectividad global en materia de conocimiento e información. Porque la autosuficiencia conectada hace que las ciudades y las personas que las habitan sean más fuertes, libres e independientes.”